Sea el amor romántico, el que dura varias décadas, entre hermanas, pasajero o entre un hombre y un niño, esta emoción determina gran parte de nuestra existencia. Este listado está marcado por una serie de películas originales, con una reflexión profunda sobre el amor hacia el otro y su relación con el poder, la conciencia, los pensamientos o las motivaciones.
Quisiera dedicar este texto a la memoria de Gloria Elena Rendón Ramírez quien falleció la madrugada del primero de enero en un desafortunado accidente. Su amor por el otro supera todos los anteriores…es el amor inmortal, el de una madre por sus niños.
1. EL HIJO DE SAÚL. Director: László Nemes.

De la segunda guerra mundial el cine ha narrado muchas historias, pero pocas con puntos de vista tan únicos como el de El Hijo de Saúl.
En su primera película, László Nemes nos hace sentir el horror de la guerra a través de Saúl: un judío integrante del SonderKommando, grupo de trabajo que era obligado a llevar prisioneros a las cámaras de gas, requisar cadáveres y quemarlos.
Un aspecto claustrofóbico en 4:3, la cámara al hombro y el foco sobre el protagonista hacen que la narración se sienta como un documental. Y lo que al fondo de los encuadres se ve desenfocado, se conoce mediante el sonido y las expresiones del protagonista, cuya motivación le llena de coraje a pesar de estar privado de la libertad.
Cada minuto de película es de incomodidad para los espectadores y una reflexión sobre una guerra que hace de las víctimas, los victimarios. El valor de la vida desaparece para los personajes a medida que las experiencias en el campo de concentración ponen a prueba sus límites como personas.
El maquillaje y el vestuario de la película adquieren todo su poder de significación. Su valor no está en la belleza sino en la crudeza: las heridas y marcas de la guerra en la piel de los personajes o una equis en la espalda de los judíos que refuerza su condición de prisioneros son solo algunos de los logros de la película en estas áreas.
Por integrar todos los elementos del lenguaje cinematográfico y la puesta en escena en una película que logra transmitir la desolación de la guerra, El Hijo de Saúl es la mejor en este listado. De su paso por premios y festivales se llevó muchos galardones entre ellos el Óscar en la categoría Mejor Película Extranjera y el Gran Premio del Jurado en Cannes.
2. MUSTANG. Directora: Deniz Gamze Ergüven.

Mustang, como la vida misma, tiene momentos de alegría y de amargura que marcan nuestra historia personal. En este caso, la juventud de cinco hermanas se transforma por las fuertes creencias religiosas de la familia, que sistemáticamente ofrece en matrimonio a cada una de estas adolescentes con el fin de aplacar en ellas actitudes que consideran inmorales, pero que en realidad obedecen a un sano despertar sexual.
Aunque la historia se enfoca en la menor del grupo, la construcción de todas las hermanas genera empatía y complicidad. Todo lo relacionado con la sensualidad y la virginidad se aborda sin clichés y sin temores, con una femineidad renovada que aleja a las mujeres de los roles tradicionales del hogar y reflexiona sobre la lucha personal que deben dar muchas adolescentes ante imposiciones culturales, matrimonios forzados e incluso, abusos físicos y sexuales.
Con su primera película, Deniz Gamze Ergüven estuvo nominada al Óscar por Mejor Película Extranjera. Mustang se destaca por ser una expresión crítica de una sociedad cuyos valores religiosos impiden el desarrollo libre de la personalidad.
3.OSCURO ANIMAL. Director: Felipe Guerrero.

Sin lugar a dudas, la película colombiana del año y una lección de cine para cualquiera que la vea. Narra sin diálogos gran cantidad de acciones y de emociones de nuestra historia a través de tres personajes femeninos. Con su narración, Felipe Guerrero logra un hito en la representación cinematográfica del conflicto colombiano porque centra toda la atención en transmitir el sufrimiento de las protagonistas.
Las actuaciones, la dirección de arte, el diseño sonoro y la dirección de fotografía construyen un relato de terror cuyos silencios son en realidad los gritos de las mujeres que el conflicto ha herido de diferentes maneras. No es gratuito que la nueva película de Víctor Gaviria lleve en su título al “Animal” , representación de un hombre colombiano machista, violento y sádico.
Por ello la película tiene una vigencia dolorosa ya que a pesar de la terminación de los diálogos en La Habana, deja inquietudes sobre la paz que todavía falta, el presente incierto de muchas de las víctimas y los traumas de los victimarios y victimarias obligados a luchar en la guerra. Es así como Oscuro Animal se convierte en una expresión de la Colombia del feminicidio, de la indiferencia en las ciudades y del abandono del gobierno en un año histórico para el país.
4. LA LA LAND. Director: Damien Chazelle.

Una película no necesariamente es buena en sí misma. Muchas veces influyen en la percepción la experiencia que tenemos con la historia y el cómo esta dialoga con nuestra propia vida. Me pasó en La la land que vi en complicidad y con emociones encontradas al ver en la pantalla experiencias bonitas de años pasados.
Como si esta identificación no fuera suficiente, el diseño de producción y la música de la película conquistan desde el principio, pasando por el enamoramiento y la desilusión que van en sintonía con las emociones de los protagonistas, Mia y Sebastian.
Todos sus premios (incluyendo al de Mejor Actriz para Emma Stone en el festival de cine de Venecia y las nominaciones a los globos de oro) son merecidos. La la Land es un homenaje al musical de la época dorada de Hollywood con tintes contemporáneos. Así como sucedió con El Artista, puede suceder que la película cautive a la Academia y se lleve muchos premios Óscar.
El director Damien Chazelle tiene una carrera por delante y las expectativas de los críticos y la audiencia son altas. Su estilo es el resultado de una buena combinación entre el Jazz y temas en conflicto: sueños y pasiones que encuentran en la sociedad obstáculos de todo tipo.
5. ALL THESE SLEEPLESS NIGHTS. Director: Michal Marczak

El cine comenzó siendo documental. Los hermanos Lumière grababan a sus empleados salir de la fábrica y situaciones en planos fijos que nada se parecen a las ficciones elaboradas que abundan hoy en cartelera. Este documental parece ponernos al margen entre lo que significa la ficción y la realidad porque utiliza recursos no convencionales para filmar a los personajes.
En Varsovia, dos muchachos y una joven que ha sido pareja de ambos recorren la ciudad con ánimo de fiesta y celebraciones. El director va con ellos a todos lados, y cuando no puede hacerlo, entrega la cámara al protagonista quien se excede en sus registros filmando la desnudez de su novia, o la soledad de su habitación cuando la fiesta se apaga.
Desde la secuencia inicial, la película es el punto de vista de un director sensible con sus personajes porque en sus encuadres captura de ellos no solo las emociones que quieren transmitir sino también las que no desean que conozcamos.
All these sleepless nights es un retrato musical de una generación con un presente lleno de euforias vacías y momentos de éxtasis, pero de futuro incierto y relaciones rotas.
6. 45 AÑOS. Director: Andrew Haigh.

Las relaciones amorosas tienen siempre sus cimientos en el pasado de los individuos, y sin importar el pasar de los años, estos cimientos pueden desestabilizarse. Demoledora sin necesidad de recursos fantásticos, actores jóvenes o diálogos pomposos, 45 años es una historia que podría pasar en cualquier época y lugar, haciendo de esa universalidad su herramienta para ser una película que genera identificación en el público.
En 45 años, una pareja que lleva muchas décadas de matrimonio va a celebrar su relación en compañía de familiares y amigos cercanos con una gran fiesta, hasta que un acontecimiento del pasado vuelve para atormentar a los protagonistas, pero de maneras diferentes. Los días juntos empiezan a tener detalles que los transforman y entre ellos se construye una tensión que produce sorpresas amargas para ambos.
No todos los guiones pueden mantener un tinte cotidiano y a la vez contener giros dramáticos que turben a los protagonistas y los espectadores. En mi opinión, 45 años lo logra y por ser una historia bien escrita, ocupa el sexto lugar.
7. JUVENTUD. Director: Paolo Sorrentino.

Después de su primer Óscar con La Grande Belleza era cuestión de tiempo para que Sorrentino comenzara a dirigir actores reconocidos, y en inglés.
El protagonista de Juventud es el octogenario Michael Cane quien interpreta al compositor Fred Ballinger. En el elenco también están Paul Dano, Rachel Weisz, Harvey Keitel y Jane Fonda. Como en su anterior película, los personajes son extravagantes. Esta vez, pasan sus vacaciones en un balneario de lujo donde Ballinger y otras celebridades buscan alejarse del estrés de la ciudad. Allí, un actor y un director comparten con el protagonista reflexiones sobre generaciones más jóvenes rodeados de personajes más excéntricos que ellos, como Maradonna.
Gracias a la relación de Ballinger con la música, Sorrentino construye secuencias de su estado psicológico que deleitan y son memorables. Estas escenas contrastan con los conflictos del personaje y su relación padre-hija. La banda sonora está construida con muchos instrumentos, coros y voces que aportan intensidad a las emociones de los personajes. Simple Song #3 es la más importante de todas porque su significado inicial se transforma a lo largo de la historia. Esto hace que el guión de la película guarde sorpresas para el final que el espectador valora porque no lo han subestimado.
El encanto de Juventud está explícitamente dicho por uno de los personajes cuando afirma que “Las emociones son todo lo que tenemos” y Sorrentino -como un encantador de serpientes- las utiliza para crear un ambiente de elegancia y de tristeza.
8. TAXI TEHERAN. Director: Jafar Panahi.

A recibir el premio más importante del festival de cine de Berlín sube una niña pequeña al escenario: Es Hana Saeidi la sobrina del director de Taxi Teherán, Jafar Panahi. Todos aplauden la obra del director, quien tiene prohibido hacer cine y salir de su país. Precisamente esta imposición es la que hace valiosa la película, un documental en donde el director lucha y resiste manejando un taxi y filmando a sus pasajeros.
Este recurso que parece simple, solo podía lograrlo un director como Panahi, quien filma en su vehículo situaciones diversas que narran el contexto de su ciudad. Entre los pasajeros que filmó –sin que ellos lo supieran- hay un ladrón, un herido y su mujer, ancianas religiosas, su sobrina y hasta un vendedor de DVD’s que reconoce al director.
Por tener una trama tan fluida, los espectadores olvidan que es un documental donde Panahi reflexiona sobre la censura haciendo él mismo la dirección de fotografía que se pone al servicio de las acciones y no depende de encuadres o movimientos de cámara que impresionen al público.
Taxi Teherán es una expresión poderosa sobre lo que significa ser un director de cine: profesión de observadores, de sensibles o de rebeldes, no necesariamente asociada a un estilo de vida de riqueza o extravagancia sino al lujo de ser quienes pueden percibir y valorar los detalles que pasan en las calles y que merecen ser inmortalizados.
9. ANOMALISA. Directores: Duke Johnson y Charlie Kaufmann

Con frecuencia olvidamos que la herramienta más importante de los actores no es solo su cuerpo si no también su voz. Y en la animación, la voz es aquella que da alma a los personajes, los hace distinguibles y permite que estos transmitan gran variedad de emociones.
En su más reciente película, Charlie Kaufman y Duke Johnson utilizan a su favor este recurso sonoro para narrar la monótona vida de Michael Stone, el personaje principal. Para oídos bien entrenados, se hace obvio durante los primeros minutos que todos los personajes –hombres y mujeres- en Anomalisa tienen la misma voz. En ese aburrido panorama aparece en la rutina de Michael la única voz femenina de la película: Lisa.
El resto de la trama conserva el estilo de absurdo que ha hecho a Kaufman tan popular, a través de una animación pensada milimétricamente para comunicar una sensación muy concreta por la vida lograda con monólogos existenciales, la homogeneidad de rostros y voces de todos los personajes (menos Lisa y Michael), y la música.
La virtud principal de la historia es que lo que parece una crisis del mundo en contra del personaje, es en realidad la cárcel que el propio Michael ha labrado y alimentado durante años. En resumen, Anomalisa es una visión subjetiva de una adultez amarga como ninguna otra, porque aprovecha todo el potencial de la animación. La película fue ganadora del Gran Premio del jurado en el Festival de Cine de Venecia.
10. THE LOBSTER. Director: Yorgos Lanthimos.

Yorgos Lanthimos es un director que difícilmente conseguirá superar su prematura obra maestra, Canino (2009). Sin embargo, con The Lobster sigue demostrando su inusitada capacidad para crear situaciones que ponen al límite las emociones de los seres humanos, utilizando para ello personajes sin escrúpulos, sádicos e impredecibles.
Por primera vez en inglés y con un reparto reconocido en Hollywood y en el resto del mundo, el director griego logra expresar una crítica al amor romántico en la sociedad actual que se llevó el Premio del Jurado del 68 Festival de Cannes.
En esta película el universo está construido bajo normas que la historia nunca traiciona, y que nos aporta información sobre los personajes sin darnos nunca verdades obvias o innecesarias. Desde el póster hasta la última escena ver The Lobster es una experiencia estética y dramática sobre la soledad y la presión emocional que desencadena el temor a morir solo o a vivir sin compañía.
Por su rol protagónico en la película Colin Farrell – actor que se desprende de su imagen de galán- está nominado a los Globos de Oro en la categoría Mejor Actor en una película Musical o Comedia. Lo anterior hace evidente la ambigüedad de The Lobster porque si bien ridiculiza situaciones cotidianas como un beso o una cita , lo hace de manera retorcida, como un humor tan trágico que se resiste a las etiquetas.
Mención Especial: El club. Director : Pablo Larraín.

No es ni la primera ni la última película de este listado. Sin embargo, El Club tiene que mencionarse si se habla de las mejores películas del año. La carrera en ascenso del chileno Pablo Larraín se fortaleció con esta historia donde sorprende al espectador con personajes oscuros que están vinculados con la iglesia católica.
La película aprovecha el concepto de justicia divina para criticar la negligencia del clero frente a casos de abuso sexual contra menores, corrupción o hechos que para la justicia ordinaria son delitos graves que merecen la privación de la libertad.
Lo más impresionante de El Club es el desarrollo del guión y la construcción de los personajes gracias a las sistemáticas improvisaciones durante el rodaje en donde el director y los actores construyeron las escenas. Esto hace de la película una obra impredecible que vale la pena ver, y repetir.